Percepción auditiva
Como sabemos, el volumen con que escuchas la música influye drásticamente en cómo percibes las frecuencias, y eso va a influir el como percibes tu mezcla.
En 1933, los físicos Harvey Fletcher y Wilden A. Munson establecieron las primeras curvas de igual sonoridad, las que fueron recalculadas por D. W. Robinson y R. S. Dadson en 1956.
Estas curvas de igual sonoridad, o curvas isofónicas, calculan la relación existente entre la frecuencia y la intensidad (en decibeles) de dos sonidos para que éstos sean percibidos igual de fuertes por el oído, con lo que todos los puntos sobre una misma curva isofónica tienen la misma sonoridad (en fonios). Cero fonios corresponden a una sonoridad con intensidad de 0 dB y frecuencia de 1 kHz.

Decibeles vs tiempo
De acuerdo a la Dirección del Trabajo (Chile), «La exposición ocupacional a ruido estable o fluctuante debe ser controlada, con el objeto que para una jornada de 8 horas diarias ningún trabajador pueda estar expuesto a un nivel de presión sonora continuo equivalente a 85 decibeles, medidos en la posición del oído del trabajador. Si los niveles de presión sonora fueran superiores a 85 decibeles, el tiempo de exposición al ruido deber disminuir.»
Esto quiere decir que si vas a estar trabajando en una mezcla durante 8 horas seguidas, tu nivel de monitoreo no debe superar los 85dB. Este tiempo variará de acuerdo a este nivel: A mayor nivel, menor tiempo de exposición y a menor nivel, mayor tiempo de exposición.
Curvas isofónicas vs tiempo
Ahora sabemos el tiempo que podemos estar expuestos a un determinado nivel de presión sonora para no sufrir fatiga o deterioro de nuestro sistema auditivo. Pero, ¿es esto suficiente? Claro que no.
Como vimos anteriormente, el volumen con que escuchamos determina cómo percibimos las distintas frecuencias. Por ejemplo, si escuchamos a muy bajo volumen, las frecuencias graves las percibiremos más suaves, lo que nos va a inducir a errores porque trataremos de darle más nivel a los graves en la mezcla (y probablemente estén bien).
Pero ¿cómo saber cuál es el nivel óptimo de escucha para que nuestros oídos se comporten lo más «lineal» posible? La respuesta es entre 75dB y 85 dB, dependiendo del tamaño de la sala. Para salas grandes, y pensando en monitores de campo lejano, 85dB estaría bien, pero si estás mezclando en una sala pequeña (tu homestudio, por ejemplo) y con monitores de campo cercano, lo más probable es que 75dB sea la opción más adecuada. En mi caso tengo calibrado mi sistema para trabajar a 79dB
Sistema K
El sistema K es un sistema de medición de audio desarrollado por Bob Katz, reconocido ingeniero de mastering y ganador de Grammy. El sistema K se basa en la idea de que la percepción del sonido humano no es lineal, sino que es logarítmica. Esto significa que un aumento de 10 dB en el nivel de presión sonora se percibe como el doble de alto.
Bob Katz, con su sistema, propone establecer 3 puntos de monitoreo para 3 «tipos» de música:
- Música con mucha dinámica, como por ejemplo música docta o Jazz.
- Música con algo de dinámica, como por ejemplo contemporary rock/pop o singer songwriter.
- Música en la que «no es importante” la dinámica, como por ejemplo Heavy rock, Rap, EDM.
Estos 3 puntos serían denominados K20, K18 Y K14, donde K20 es el de mayor rango dinámico (para música docta) y K14 el de menor rango dinámico (para EDM).

Para más información y procedimientos para calibrar tu sistema al sistema K, te recomiendo visitar el sitio de Bob Katz, allí encontrás material de lectura, y audios para calibrar tu sistema.
¿Es importante la calibración?
¡Por supuesto! Si tienes tu sistema calibrado, cada vez que te enfrentes a una mezcla, ésta sonará al mismo nivel que las anteriores, obteniendo de esta manera, por un lado una consistencia en el trabajo de mezcla, y por otro una adaptación total a cómo responde tu sistema en la sala en términos de frecuencias.
Estos dos elementos nos darán un mejor flujo de trabajo y una confianza plena en qué estamos escuchando, logrando finalmente un mejor resultado de mezcla
Conclusión
Siguiendo los consejos de este texto podrás proteger tu audición y desarrollar tu capacidad auditiva para crear mezclas de alta calidad.
¡Así que no esperes más! Pon en práctica estos consejos y comienza a crear música que suene ¡Increíble!
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Pablo González Rojas es músico, guitarrista y cantante de coros. Su experiencia en los escenarios como cantante e instrumentista lo ha dotado de una sensibilidad extraordinaria , la cual ha podido utilizar para desarrollarse en el ámbito del audio y el sonido de una manera distintiva. Ha grabado a más de 20 agrupaciones de música popular y rock, y a más de 15 agrupaciones de música docta, trabajando como sonidista de grabación, mezcla y masterización.
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Recuerdo que este fue el primer gran consejo que me dió al momento de comenzar los cursos. Y el cambio se percibió en el mismo instante. Calibrar la fuente de escucha es fundamental antes de cualquier cosa.
¡Me alegro que te haya servido ese consejo!