El balance: Cómo establecer una base sólida para la mezcla
A pesar de toda la importancia que se le da a los plugins y los los equipos de audio, el balance sigue siendo la columna vertebral de cada mezcla. Es nuestro cimiento para construir la mezcla final. En una partitura musical, está la tonalidad y las notas y/o la letra, y también está la dinámica. Esos elementos por sí solos pueden transmitir toda la «mezcla» a una audiencia en vivo, y de la misma manera podrían transmitirlo por completo en un disco sin ningún procesamiento de audio, efectos o “trucos”. Te voy a hablar ahora de algunas formas de lograr un balance adecuado, además de una mirada distinta sobre este proceso, que podría hacerte pensar de manera diferente sobre cómo usar los faders…

¿Y…por dónde comienzo?
Desde el principio.
Una forma de hacerlo es empezar con todos tus audios atenuados por completo, es decir los faders abajo, en menos infinito, y construir la mezcla elemento por elemento. Podrías comenzar con la construcción de una mezcla de la batería antes de agregar otros elementos como el bajo o los teclados. Después puedes agregar instrumentos de rango medio, y finalmente la voz quién sea la “estrella” de esa canción, para obtener una posición privilegiada como figura principal de esta mezcla.
Otra escuela considera que toda mezcla comienza con todos los faders en la valor unitario, es decir en cero (sin amplificar ni atenuar). Así, los elementos más fuertes quedarán donde están, mientras que a los demás canales se les reduce el nivel hasta “donde deberían estar”. De esta manera, incluso los elementos más fuertes aún tienen la posibilidad de tener ganancia en el fader si es necesario. Esto también garantiza que los elementos clave se mantengan alrededor de la parte con mayor resolución de trabajo del fader para tener un control más preciso.
Desde el final
Mientras que los dos primeros enfoques se concentran en comenzar desde el principio de una mezcla, un enfoque completamente opuesto es comenzar con la mezcla pensando en el bus master. “Mezclar al revés” o también llamada Top-down mixing, le da la vuelta al los métodos anteriores, comenzando desde el bus master y trabajando hacia atrás en cada pista según sea necesario. Escuchar la salida principal y hacer ajustes permite cambios que son totalmente contextuales y es especialmente adecuado para proyectos o sesiones que han llegado de otro lugar para refinarlos.
Este método de mezcla implica configurar tu bus master, escuchar tu mezcla realizar ajuste generales a la mezcla abordando áreas problemáticas (en el bus master), ajustar detalles en pistas individualmente.
¿Qué es un buen balance?
Un buen balance es lo que nos permite escuchar todos los elementos de una mezcla. Nada más. Una buena prueba para saber si tienes un buen balance, es bajar tu nivel de monitoreo hasta que apenas sea audible. Si lo que más se escucha es la voz, seguida de el o los instrumentos que la apoyan, probablemente tengas una mezcla que podría funcionar en muchas situaciones de escucha. Escuchar en parlantes de mala calidad, auriculares incluso en el celular, son excelentes formas de comprobar tu balance en el mundo real. Puedes utilizar la prueba de la «puerta abierta»: Esta prueba consiste en escuchar desde una habitación adyacente tu mezcla para obtener otra “visión”. ¡Funciona!
Independientemente de cómo logres este balance, habitualmente es mejor bajar el volumen de lo que suena demasiado fuerte en vez de subirle a lo que se escucha poco. De esa manera, ¡nunca te quedarás sin espacio en el fader para subir!
¿Has probado la técnica del top-down mixing?
¿Y tú, cómo logras el equilibrio adecuado para tu mezcla? ¿Te aferras a una técnica o a un grupo de ellas, o el proyecto dicta el enfoque? Cuéntame en los comentarios.
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Pablo González Rojas es músico, guitarrista y cantante de coros. Ingeniero de Grabación, mezcla y masterización. Dolby ATmos Mixer Certified y Miembro de la Academia Latina de Grabación. Su experiencia en los escenarios como cantante e instrumentista lo ha dotado de una sensibilidad extraordinaria , la cual ha podido utilizar para desarrollarse en el ámbito del audio y el sonido de una manera distintiva. Ha grabado a más de 20 agrupaciones de música popular y rock, y a más de 15 agrupaciones de música docta, trabajando como sonidista de grabación, mezcla y masterización.
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